martes, 29 de enero de 2008

El uso de la tecnología en el aula




La aplicación de las nuevas tecnologías en el aula tan poco es tan buena. Los ordenadores no dejan de ser máquinas creadas por el hombre y tienen sus pro y sus contras. Un ejemplo: el sistema de búsqueda digital de catálogos en las bibliotecas que se puede utilizar en varias computadoras. El fallo es el siguiente: entramos en la biblioteca, pasamos a la sala de préstamo para adultos, elejimos un computador para hacer una consulta sobre un libro, nos sentamos al frente de la pantalla y seguimos las primeras instrucciones que me da el aparato, accedimos al apartado de “sala de préstamo” y escribimos en el apartado de “cualquier campo” lo siguiente: “Azaña Díaz”, y le doy a buscar; el computador nos contesta que no existe ningún documento sobre este señor, ¿por qué? por que dentro de su archivo no tiene ningún registro con los dos apellidos del fundador de Izquierda Republicana, y por lo tanto no sabe que le estamos preguntando. Si repetimos la acción de buscar algo y escribimos en la barra de “cualquier campo” Manuel Azaña y pulsamos buscar, la máquina nos dice que si, que existe uno o varios documentos sobre este personaje; lo mismo ocurriría si escribimos “Azaña”; con el programa Word ocurre lo mismo: si mientras escribimos un texto con este programa incluimos la palabra “ataxia”, el computador nos subraya esta palabra en rojo, porque en su archivo sobre vocabulario no viene y nos “dice” que estamos equivodas; pero no, quien esta errado es la computadora porque la palabra ataxia es un sinónimo de desorden. Los ordenadores no pueden aprender por si mismos, todo lo que tienen se lo ha dado el hombre. Para terminar diremos que siempre hemos creido que un libro es mucho mejor que cualquier soporte digital, ya que no necesitan energía electrica para trabajar con ellos, ni de ningún aparato que los lea, si se cuidan pueden durar siglos, sólo necesitan ser abiertos para encontrarse con lo que guardan en el interior, puedes tocar sus hojas, olerlas, ver aquella o esta letra más grande a través de la lente de la lupa… nosotras, les damos más valor a lo que se puede manipular facilmente que a algo creado por el ser humano que tiene fallos y no siempre está disponible, sin embargo un libro está disponible las 24 horas del día haga sol, llueva o no haya conexión a Internet.